La escritora Mary Roberts Rinehart contaba

Una vez se dio el caso de una mujer joven, inteligente y vigorosa, que quedo postrada en cama a fin de satisfacer sus deseos de sentirse importante. Un dia -relata la señora Rinehart- esta mujer se vio obligada a afrontar algo, acaso su edad. Contemplo los años de soledad que tenía por delante, y lo poco que le quedaba por esperar. Se metió en cama, y durante diez años su anciana madre subió y bajo escaleras para cuidarla, alimentarla, atenderla, en su habitación de un tercer piso. Por fin un dia la madre, fatigada de tanto quehacer, enfermo y poco después murió. Durante unas semanas la invalida languideció; luego se levanto, se vistió y volvió a vivir.